Mamas Tuberosas

La mama tuberosa se considera una alteración congénita de la mama que se pone de manifiesto cuando sucede el desarrollo mamario, que es en la adolescencia. Puede presentarse en una mama o en las dos y en diferentes grados.

El nombre se deriva de la propia forma de la mama que presenta la base constreñida debido a un desarrollo escaso de la zona inferior del pecho y un tejido mamario que suele ser más denso de lo normal y que protruye la areola, la cual a su vez suele ser grande.

No en todos los casos la alteración es patente sino que en muchos de ellos es una pequeña herniación de la areola o un surco un poco alto y es en estos casos en los que un control y examen del paciente antes de la cirugía asegura un buen resultado.

En la cirugía hay que hacer un doble tratamiento de la mama. Por un lado de la zona de la areola buscando el tamaño más adecuado para la paciente; y por otro la distribución del tejido mamario hacia el polo inferior de la mama que tiene un desarrollo reducido. Hay distintas opciones para el manejo de la glándula como las incisiones radiadas o en paragüas, pero quizás sea la redistribución de la glándula, desde las zonas donde más hay (polo superior) hacia la zona de polo inferior, la que mejor resuelve la presencia de la base estrecha. Además esta técnica (técnica de Pucket) permite resolver las mamas tuberosas sin que obligatoriamente tengamos que aportar una prótesis de aumento.

Si el tratamiento es completo, remodelación de glándula y areola y aporte de prótesis, se debe valorar la via de abordaje que en estos casos puede variar entre el surco o la areola dependiendo del defecto de la mama inicial. En los casos más leves se puede movilizar la glandula desde el surco pero en los casos completos es necesario el aboraje por areola para disminuir el tamaño de esta y para movilizar las solapas de tejido mamario completas.

Muchas veces estos casos se benefician de prótesis anatómicas, pero siempre se debe valorar de forma individual cómo es la paciente, su tipo de tórax, sus expectativas y la anomalía mamaria. Con este enfoque, por ejemplo, si nuestra paciente es deportista o realiza trabajos musculares importantes con los brazos, la posición de la prótesis retromuscular podría dificultar su vida laboral posterior y sería más recomendable una colocación retrofascial.

Recomendaciones preoperatorio

El aumento mamario mediante la colocación de implantes es una técnica minuciosa, por lo que requiere una correcta evaluación de cada caso particular para adecuar el resultado final a los deseos de la paciente. 

A partir de esta evaluación primaria, se define el tipo de prótesis y el volumen que mejor se adapte a sus expeLa mama tuberosa se considera una alteración congénita de la mama que se pone de manifiesto cuando sucede el desarrollo mamario, que es en la adolescencia. Puede presentarse en una mama o en las dos y en diferentes grados.

El nombre se deriva de la propia forma de la mama que presenta la base constreñida debido a un desarrollo escaso de la zona inferior del pecho y un tejido mamario que suele ser más denso de lo normal y que protruye la areola, la cual a su vez suele ser grande.

No en todos los casos la alteración es patente sino que en muchos de ellos es una pequeña herniación de la areola o un surco un poco alto y es en estos casos en los que un control y examen del paciente antes de la cirugía asegura un buen resultado.

En la cirugía hay que hacer un doble tratamiento de la mama. Por un lado de la zona de la areola buscando el tamaño más adecuado para la paciente; y por otro la distribución del tejido mamario hacia el polo inferior de la mama que tiene un desarrollo reducido. Hay distintas opciones para el manejo de la glándula como las incisiones radiadas o en paragüas, pero quizás sea la redistribución de la glándula, desde las zonas donde más hay (polo superior) hacia la zona de polo inferior, la que mejor resuelve la presencia de la base estrecha. Además esta técnica (técnica de Pucket) permite resolver las mamas tuberosas sin que obligatoriamente tengamos que aportar una prótesis de aumento.

Si el tratamiento es completo, remodelación de glándula y areola y aporte de prótesis, se debe valorar la via de abordaje que en estos casos puede variar entre el surco o la areola dependiendo del defecto de la mama inicial. En los casos más leves se puede movilizar la glandula desde el surco pero en los casos completos es necesario el aboraje por areola para disminuir el tamaño de esta y para movilizar las solapas de tejido mamario completas.

ctativas. Normalmente se aconseja utilizar una prótesis cuyas dimensiones correspondan a las medidas de la mama natural.

Para escoger el tamaño del implante con exactitud y establecer las dimensiones idóneas, se miden la longitud, altura y proyección deseada. 

Procedimiento

La mama tuberosa se considera una alteración congénita de la mama que se pone de manifiesto cuando sucede el desarrollo mamario, que es en la adolescencia. Puede presentarse en una mama o en las dos y en diferentes grados.

El nombre se deriva de la propia forma de la mama que presenta la base constreñida debido a un desarrollo escaso de la zona inferior del pecho y un tejido mamario que suele ser más denso de lo normal y que protruye la areola, la cual a su vez suele ser grande.

No en todos los casos la alteración es patente sino que en muchos de ellos es una pequeña herniación de la areola o un surco un poco alto y es en estos casos en los que un control y examen del paciente antes de la cirugía asegura un buen resultado.

En la cirugía hay que hacer un doble tratamiento de la mama. Por un lado de la zona de la areola buscando el tamaño más adecuado para la paciente; y por otro la distribución del tejido mamario hacia el polo inferior de la mama que tiene un desarrollo reducido. Hay distintas opciones para el manejo de la glándula como las incisiones radiadas o en paragüas, pero quizás sea la redistribución de la glándula, desde las zonas donde más hay (polo superior) hacia la zona de polo inferior, la que mejor resuelve la presencia de la base estrecha. Además esta técnica (técnica de Pucket) permite resolver las mamas tuberosas sin que obligatoriamente tengamos que aportar una prótesis de aumento.

Si el tratamiento es completo, remodelación de glándula y areola y aporte de prótesis, se debe valorar la via de abordaje que en estos casos puede variar entre el surco o la areola dependiendo del defecto de la mama inicial. En los casos más leves se puede movilizar la glandula desde el surco pero en los casos completos es necesario el aboraje por areola para disminuir el tamaño de esta y para movilizar las solapas de tejido mamario completas.

La mamoplastia de aumento es una técnica quirúrgica que consiste en la implantación de una prótesis de mama bajo la glándula mamaria, la fascia o detrás del músculo pectoral. El cirujano decidirá el lugar más conveniente dependiendo de su anatomía y del volumen de la mama existente. Generalmente se implanta por debajo del músculo para que la prótesis tenga más cobertura por los tejidos propios del cuerpo.

El procedimiento consiste en realizar una pequeña incisión en el surco debajo de la mama o en la parte inferior de la areola o en el surco de la axila. Generalmente se utiliza la primera vía, que permite un mejor abordaje ya que no se toca para nada la glándula mamaria que sigue su evolución normal en caso de embarazo y no modificará la lactancia de la paciente ni el diagnóstico de posibles lesions de la glándula mamaria.

Trás la operación, puede notar una pérdida de la sensibilidad de la zona que normalmente irá recuperando totalmente de manera paulatina y progresiva; a veces se puede notar lo inverso, es decir un aumento de sensiblidad del complejo areola-pezón.

La duración de la intervención es de una hora aproximadamente.

Anestesia y Hospitalización

Es una intervención que se realiza con anestesia general pero sin intubación y no requiere hospitalización; la paciente estará en observación durante el tiempo necesario después de la intervención y seguidamente podrá volver a su domicilio.

En los pacientes que lo deseen o quLa mama tuberosa se considera una alteración congénita de la mama que se pone de manifiesto cuando sucede el desarrollo mamario, que es en la adolescencia. Puede presentarse en una mama o en las dos y en diferentes grados.

El nombre se deriva de la propia forma de la mama que presenta la base constreñida debido a un desarrollo escaso de la zona inferior del pecho y un tejido mamario que suele ser más denso de lo normal y que protruye la areola, la cual a su vez suele ser grande.

No en todos los casos la alteración es patente sino que en muchos de ellos es una pequeña herniación de la areola o un surco un poco alto y es en estos casos en los que un control y examen del paciente antes de la cirugía asegura un buen resultado.

En la cirugía hay que hacer un doble tratamiento de la mama. Por un lado de la zona de la areola buscando el tamaño más adecuado para la paciente; y por otro la distribución del tejido mamario hacia el polo inferior de la mama que tiene un desarrollo reducido. Hay distintas opciones para el manejo de la glándula como las incisiones radiadas o en paragüas, pero quizás sea la redistribución de la glándula, desde las zonas donde más hay (polo superior) hacia la zona de polo inferior, la que mejor resuelve la presencia de la base estrecha. Además esta técnica (técnica de Pucket) permite resolver las mamas tuberosas sin que obligatoriamente tengamos que aportar una prótesis de aumento.

Si el tratamiento es completo, remodelación de glándula y areola y aporte de prótesis, se debe valorar la via de abordaje que en estos casos puede variar entre el surco o la areola dependiendo del defecto de la mama inicial. En los casos más leves se puede movilizar la glandula desde el surco pero en los casos completos es necesario el aboraje por areola para disminuir el tamaño de esta y para movilizar las solapas de tejido mamario completas.

quienes lo necesiten, serán hospitalizados 24 horas.

Cuidados postoperatorios

Cuando salga de la clínica, podrá iniciar sus actividades normales con cuidado de no efectuar movimientos forzados con los brazos, movimientos bruscos y exagerados, y evitando cargar objetos pesados. Podrá viajar al día siguiente de la intervención teniendo en cuenta que durante la primera semana deberá regresar a la consulta para los controles postoperatorios.

La mama tuberosa se considera una alteración congénita de la mama que se pone de manifiesto cuando sucede el desarrollo mamario, que es en la adolescencia. Puede presentarse en una mama o en las dos y en diferentes grados.

El nombre se deriva de la propia forma de la mama que presenta la base constreñida debido a un desarrollo escaso de la zona inferior del pecho y un tejido mamario que suele ser más denso de lo normal y que protruye la areola, la cual a su vez suele ser grande.

No en todos los casos la alteración es patente sino que en muchos de ellos es una pequeña herniación de la areola o un surco un poco alto y es en estos casos en los que un control y examen del paciente antes de la cirugía asegura un buen resultado.

En la cirugía hay que hacer un doble tratamiento de la mama. Por un lado de la zona de la areola buscando el tamaño más adecuado para la paciente; y por otro la distribución del tejido mamario hacia el polo inferior de la mama que tiene un desarrollo reducido. Hay distintas opciones para el manejo de la glándula como las incisiones radiadas o en paragüas, pero quizás sea la redistribución de la glándula, desde las zonas donde más hay (polo superior) hacia la zona de polo inferior, la que mejor resuelve la presencia de la base estrecha. Además esta técnica (técnica de Pucket) permite resolver las mamas tuberosas sin que obligatoriamente tengamos que aportar una prótesis de aumento.

Si el tratamiento es completo, remodelación de glándula y areola y aporte de prótesis, se debe valorar la via de abordaje que en estos casos puede variar entre el surco o la areola dependiendo del defecto de la mama inicial. En los casos más leves se puede movilizar la glandula desde el surco pero en los casos completos es necesario el aboraje por areola para disminuir el tamaño de esta y para movilizar las solapas de tejido mamario completas.

Durante los primeros diez días son más recomendables las duchas rápidas que el baño para evitar al máximo el contacto del agua con las cicatrices. 

El ejercicio físico y levantamiento de peso puede reiniciarse de manera progresiva al mes y medio de la cirugía.

Por lo que respecta a la vida laboral, su reincorporación dependerá del tipo de trabajo que realice. Si el trabajo es de despacho o similar, podrá incorporarse al tercer día después de la intervención. Para trabajos que exigen movimientos o esfuerzos que afectan al pecho, como por ejemplo masajista, peluquera, etc., es conveniente esperar que pase una semana.

Cuidados posteriores

Tras la cirugía, llevará un vendaje compresivo que se retira al segundo día y se cambia por un sujetador especial que permite mantener la prótesis en el lugar deseado para evitar en lo posible la inflamación. 

Una vez colocadas las prótesis es importante mantener hidratada la piel. 

En la actualidad, para la buena cicatrizacion se utilizan láminas de silicona o poliuretano que deberán llevarse en caso necesario. 

Durante el primer mes, es conveniente no dormir boca abajo y utilizar un sujetador sin aros, tipo deporte. Durante las dos o tres primeras semanas es recomendable dormir con él. Su uso hará que se sienta más cómoda y le aliviará algo las molestias provocadas por la inflamación. Transcurrido este tiempo, podrán utilizarse los de costumbre, incluidos los de aros.

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